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Sunday 28 April 2024
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NO TE RINDAS

Estás cansado de sufrir. Has llorado hasta no poder más. Has luchado espiritualmente en ayunos, vigilias, oraciones y no puedes continuar, no ves ningún resultado a todo lo que haces.

Espiritualmente a causa de las pruebas, las luchas, todas esas murallas de contratiempo que hay en la vida, cuando se anhela hacer lo recto, lo justo, intentar agradar al Señor, él pone el querer como el hacer por su buena voluntad. Nunca se ha dicho que fuera fácil.

Aquel hombre o aquella mujer que sólo por el hecho de ir a la iglesia es un problema serio, discusiones, insultos, menosprecio vienen a tu vida sólo por querer hacer la voluntad de Dios.

¿Eres aquella persona que sólo quiere que el Señor sea una realidad en su vida y que todos aquellos que le rodean puedan sentir, puedan saborear lo que es tener una visitación del Espíritu Santo o simplemente lloras a solas con el Señor porque nadie entiende que al Señor no se le sirve de cualquier manera? ¿Eres tú aquella persona que vas caminando y que continuamente tu corazón y tu mente dicen: no insistiré más? Señor, siempre término igual, desalentado, apagado y sin deseos de publicar todas las maravillas que puedes hacer con una vida cuando se consagra a ti.

¡No te rindas! Aunque nadie te entienda, aunque nadie comprenda. ¡No te rindas! Aunque todos te desprecien por querer vivir en santidad. ¡No te rindas! Aunque notes el cansancio, no busques el reconocimiento humano, busca el respaldo y la aprobación de Dios. ¡No te rindas! Aunque veas las burlas, aunque cada cual busque lo suyo propio más no lo de Cristo Jesús. No puedes rendirte porque tú estás comisionado/a por el todopoderoso para aguantar las heridas, para enseñar a los demás a reír cuando tú tienes que llorar, tú estás comisionado/a para servir, para ayudar, para dar todo lo que tienes por gracia, sin reservas, sin mirar a quien.

No eres una persona normal y corriente. Tienes las marcas del Señor Jesús en tu vida. Te han ignorado, te han pisoteado, tu familia te ha dejado, tu esposa/o dice que te estás volviendo loco, tus hijos adolescentes te dicen que eres una pesada y que ninguno de los padres de sus amigos son tan exigentes. No te rindas aunque no haya aplausos, ni palmaditas en la espalda. No te rindas aunque nadie te de la razón. No puedes rendirte porque si lo haces estarás fallando al todopoderoso.

No le des al enemigo de nuestras almas ninguna tregua, sigue luchando, no mires para atrás, no mires viejas heridas, no digas ya no puedes más porque todo lo puedes en Cristo porque te fortalece.

Si te rindes otro tomará tu puesto y habrás desagradado al Señor. Tu fuerza viene de lo alto, no puedes rendirte, tú estás ejercitado para sufrir.

 

El ministerio del dolor y del sufrimiento nadie lo quiere. Todos anhelan ser de los más que vencedores, de los triunfadores, de los que no están escondidos, pero tú eres de aquellos hermanos que lloran y gimen delante del Señor, por los enfermos, por los quebrantados, por los que sufren aunque ahora no lo puedes ver porque tu alma que es el asiento de las emociones, está agotada. No puedes rendirte, tu sufrimiento, tu dolor, tu dedicación son de gran estima delante de Dios. El te ha preparado aunque tú sólo ves tu flaqueza, sólo ves tu limitación, sólo ves tu soledad, sólo ves tu dolor por las almas. No sólo eres comisionado, eres enviado a llevar libertad a aquellos presos por el pecado, eres enviado a abrirles los ojos a los ciegos. El Señor te ha elegido para vendar heridas hechas por el pecado. Las personas con tus sentimientos, con tu don de servicio, con tu entrega son las que hacen que este mundo sea un poco mejor, son luz en la oscuridad. Esas personas son paz en la tormenta. No puedes rendirte, aunque sabes que cada herida es más profunda, tu gloria desaparece para mostrar más y más el resplandor de Cristo. Recuerda que él es tu ayudador. Él tiene que marcar la senda. Si te sientes así tu lema tiene que ser: ya no vivo yo más vive Cristo en mí.

 

No te rindas, no retrocedas. Cuando personas como tú retroceden paralizan el campamento. El todopoderoso te dice que tiene su mirada puesta sobre ti, que aunque todos te dejen, él nunca te dejará, que tú eres portador/a de su gracia, que él terminará lo que ha determinado acerca de ti. Ya no puedes rendirte, ya has puesto las manos en el arado, no puedes mirar atrás, aunque tus rodillas duelan, aunque tengas herido el corazón. Él es quien te levanta. Él te conoce desde el vientre de tu madre y tú has pasado por su proceso. Tú no sueñas. El Señor convertirá tu vida en un hermoso sueño donde sólo podrás disfrutarlo si no te rindes.