Queremos que reciban un océano de bendición para cada una de sus vidas.Has pasado por momentos difíciles, has sufrido, has padecido como creyente, el servir a Cristo te ha hecho renunciar a muchas cosas que no siendo más importantes que Dios en tu corazón te han causado gran dolor.
En el transcurso del caminar te ha acontecido como el peregrino, que iba avanzando y mientras más avanzaba más lucha y obstáculos encontraba en su camino. Probablemente has tenido grandes conflictos en tu hogar, en tu trabajo, incluso en tus estudios. Miles de dificultades acechan a aquellos que se niegan a sí mismos para servir a Cristo. Has sido menospreciado, criticado, se han burlado de ti, y has continuado el camino estrecho y angosto como viendo al invisible. A lo largo del camino has dejado de preguntarle “por qué” a Dios, para entrar en el “para qué” de su propósito.
Has aprendido a obedecer negándote a ti mismo para que sea Cristo formado en ti. Estabas ahí sólo en la aljaba esperando el consejo de Dios. Has ido caminando en medio de las minas de los problemas, has ido avanzando con las espinas de todas las malas situaciones, tu cuerpo se ha envejecido y enfermado a causa del dolor y quizás has llegado al momento en que has sobrepasado todas esas situaciones, pero estás cansado del camino. Te has sentido decepcionado y desvalido en este mundo en que las cosas de Dios se te han hecho cuesta arriba, pero gracias a Dios por su Espíritu Santo que ha continuado motivándote a orar, fortaleciéndote en el Espíritu, abriendo tus ojos espirituales para que vean que más son los que están contigo que los que están contra ti.
