La Biblia nos dice que todo tiene su tiempo, todos los jóvenes que servimos al Señor Jesucristo sabemos que es tiempo de conquista, que es tiempo de ganar almas para el reino de los cielos, es tiempo de buscar y sumergirse en la presencia de Dios. No es tiempo de quedarnos quietos esperando que la vida pase, tenemos que crear retos para nuestra vida espiritual y secular.
Sabemos que la mejor elección que hemos hecho es servir a Cristo, que ocupa el lugar más importante en nuestras vidas y a consecuencia el pone el querer como el hacer por su buena voluntad. Es tiempo de conquistar, pero no vamos a conquistar nunca sino miramos al cielo, si no anhelamos servir a Cristo con toda nuestra alma, mente y corazón. Es tiempo de alcanzar victorias espirituales. Si quieres quedarte quieto y no intentarlo te pasarán los años y verás que no vas a tener ningún contentamiento en lo que has hecho porque lo más maravilloso que puede tener la juventud es cuando atendemos al consejo de Dios.
Muchos jóvenes están apagados, frustrados, derrotados y sin ninguna ilusión ni meta. Y esto es porque a pesar de que Cristo les persigue a través de su Espíritu Santo y les muestra que sin él están vacíos el joven piensa que la religión no conduce a ninguna parte, que Cristo es una religión, que ellos con ser buena persona se conforman.
En la Biblia no nos dice que siendo buenas personas ganaremos el cielo, la única forma en que podemos ir al cielo es aceptando a Cristo como nuestro único y exclusivo salvador. Otros jóvenes son esclavos de la moda, de los vicios, de la corrupción, quieren emplear la ley del más fuerte. Si estás en esa condición te puedo afirmar que lo único que vas a conquistar es la destrucción para tu alma, para tu espíritu muerto en delitos y pecados y si continúas aliado a la violencia puedes poner en peligro tu vida física.
En la vida hay que tener metas espirituales y seculares. Es tiempo de conquistar el bautismo con el Espíritu Santo, es tiempo de subir al monte de Dios, es tiempo de querer conquistar el estar delante del trono de la gracia a través de los méritos de Cristo a través de la cruz del calvario. Es tiempo de conquistar bienestar espiritual.
Tenemos que dejarnos motivar por el Espíritu Santo y tenemos que saber seleccionar aquellas cosas que le agradan a Dios y sobretodo que nos acercan a Dios. Es tiempo de esa conquista que nos muestra aquel hombre que dio su vida en la cruz del calvario por cada uno de nosotros.
Jesucristo fue un hombre que tuvo su tiempo de conquista y lo supo aprovechar. Tan grande fue lo que él logró con su obediencia en la cruz del calvario que hoy somos millones de jóvenes los que hemos sido conquistados por él.
Tú también, si no le conoces, tu vida puede ser cambiado. Entiende que tienes una necesidad de Dios. Búscale mientras pueda ser hallado. Él está dispuesto a presentarte su plan de salvación. Tiene 2000 años esperando por ti. Sigue sumando esos jóvenes que han sido conquistados, transformados y redimidos por él a través de su sangre preciosa. Cambia la historia de tu vida y ven a Cristo. Si aun no has dado ese paso recuerda que es tiempo de alcanzar grandes metas espirituales y tú necesitas a Cristo. Él nunca ha necesitado de nosotros, pero nosotros sin él no somos nada.
